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Acompañó la degustación un champagne
Veuve Clicquot Yellow, ilustre acompañante
para estos platos. Finalmente probamos el vino
que elaboran (otra aventura gastronómica) Iván
y Álvaro: Terrible. No es para menos, sus
credenciales Rueda y Ribera del Duero
anticipan el exhaustivo trato recibido para
proporcionar unos distinguidos vinos.
Profundidad de aromas, sentidos afrutados y
aterciopelado gusto…
Iván y Álvaro mantienen su filosofía de crear
«taberna de calidad» pero, aunque el concepto
permanece, ya se trasciende a sí mismo. Los
chefs buscan, de forma continua, nuevos retos,
nuevos caminos… y en el Arzábal del Reina
Sofía ya recorren sendas que darán mucho que
hablar a los que amamos la buena cocina.
En definitiva: El lugar resulta de lo más
recomendable. En un espacio especialmente
agradable y cómodo. Con una atención
profesional y amable. Una cocina de sabor,
bien ejecutada… Es la cocina que se ofrece a
las personas que aprecian el valor de la
gastronomía como cultura y que saben
disfrutarla. Lo que se puede decir con claridad:
un auténtico placer, hay que conocerlo y
visitarlo con asiduidad. Es honestidad culinaria.
Espero que les sirvan estas palabras pero,
sobre todo, que vivan la experiencia.
Atentamente,
Marco Gavio